El consistorio urge cerrar el paso de vehículos a la laguna

Diario de Teruel / Redacción

Bezas

El consistorio urge cerrar el paso de los vehículos a la laguna

DGA y la Caixa invertirán 60.373 euros en la protección del humedal

El Ayuntamiento de Bezas urge el cierre de vehículos a la laguna, que es el mayor humedal de la Comarca de la Sierra de Albarracín. DGA y la Caixa tienen previsto invertir 60.373 euros en la protección del humedal y en la mejora del Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno.

El alcalde de Bezas, Alejandro Alonso, manifestó que había recibido la comunicación de la actuación por parte del Departamento de Medio Ambiente y de la Caixa para la mejora del patrimonio natural y que en su municipio es para la protección de la laguna y para el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.

Alejandro Alonso agradeció las actuaciones contempladas y reseñó la urgencia de la protección de la laguna de una manera que imposibilite a los vehículos todoterrenos el acceso a la orilla. “Se actuó labrando un carril y hay carteles de prohibición, pero los vehículos se lo saltan y siguen llegando a la orilla de la laguna”. El edil confió que con la nueva actuación del Departamento de Medio Ambiente y la Caixa imposibilite el paso de los vehículos de la laguna a la vez que pidió alguna actuación de eliminación de las carpas que fueron echadas artificialmente hace unos años y están acabando con la fauna y flora de la laguna de Bezas.

En el convenio suscrito entre la Caixa y la DGA se contempla la protección del vaso de la laguna y tratamientos selvícolas en los pinares de repoblación por un importe de 60.373 euros. En la laguna se pretende evitar que los vehículos no transiten por terrenos cercanos al fondo del humedal, ya que pueden deteriorar sus orlas de vegetación. Se van a colocar delimitadores y se sembrará una mezcla de gramíneas y leguminosas para favorecer la revegetación natural. Además se contempla una zona de aparcamiento.

Curso de monitor de tiempo libre

Diario de Teruel / Redacción

Sierra de Albarracín

La Comarca organiza un curso de monitor de tiempo libre

Se impartirá entre febrero y mayo

La Comarca de la Sierra de Albarracín, en colaboración con Asiader, ha organizado un curso de monitor de tiempo libre. La actividad, que contará on 25 plazas, está dirigida a jóvenes y se desarrollará entre los meses de febrero y mayo.

La titulación que recibirán quienes lo cursen les capacitará para desarrollar puestos de trabajo como monitor de comedores escolares o cuidador de transporte escolar, entre otros.

La iniciativa, que ya ha sido aprobada por la Comisión de Juventud y Deportes de la Sierra de Albarracín, ha sido posible gracias a la colaboración de la Comarca y Asiader.

El Curso constará de una parte teórico-práctica de 100 horas, a la que seguirá una fase de prácticas a desarrollar por el alumno durante 10 ó 15 días. Estas prácticas se harán preferiblemente en el propio Servicio Comarcal de Deportes y Juventud de la Comarca.

Para facilitar que cualquier joven de la Sierra de Albarracín pueda apuntarse y formarse en su tiempo libre, el curso se impartirá en fines de semana alternos de manera intensiva. La empresa Sargantana será la encargada de dirigir la actividad.

Tierra, aire, agua y fuego, los cuatro elementos

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Organizado por el Pte. de la Asociación arteEnred, José Manuel Ramos, el Círculo de Bellas Artes de Valencia es el punto de encuentro de más de 60 artistas plásticos y con posterioridas las Casas de Culturade Cheste y Chiva.

Bajo el título: TIERRA, AIRE, AGUA Y FUEGO. LOS CUATRO ELEMENTOS, presenta esta multitudinaria exposición el colectivo “arteEnred”.
Con sus tres años de vida y aglutinando a más de 200 artistas plásticos de las más variadas disciplinas son un referente ineludible del arte que se presenta en la Comunidad Valenciana.
La exposición, además de las dos salas del Círculo, la Noble y la Nueva, intervendrá diferentes espacios interiores.

Los pueblos pequeños un edén para los ancianos

Diario de Teruel / Mª Ángeles Moreno

Los pueblos pequeños del entorno de la capital, un edén para los ancianos

Un estudio científico realizado por personal sanitario del Centro de Salud Rural de Teruel, desde el que se atiende a una población de 2.400 habitantes de 19 municipios pequeños próximos a la capital, apunta que el medio rural turolense es más saludable y beneficioso para la vida de los ancianos que el de otras provincias españolas y, por supuesto, mucho mejor que el ambiente de una gran ciudad.

El trabajo, que ha obtenido el premio nacional de la Sociedad Española de Medicina General y Familia, señala que mientras en el medio urbano un 60% de los ancianos mayores de 75 años están en situación de fragilidad -alto riesgo de sufrir un deterioro importante o de tener que ingresar en una institución de por vida-, en las pequeñas poblaciones del entorno de la ciudad de Teruel este porcentaje se reduce a un 14%. En otras zonas rurales del país, por ejemplo de Guadalajara o Huelva, el índice de mayores frágiles ronda el 30%.

Para el médico de Atención Primaria que, junto con un equipo de tres enfermeros, ha hecho el trabajo, Rafael Gómez, el bajo número de ancianos de riesgo que hay en el entorno de Teruel se debe, en gran parte, al soporte familiar y vecinal que existe y que tiene todavía un gran peso en los municipios pequeños de la provincia. Cónyuges, hijos, hermanos, primos y sobrinos, o bien vecinos, asumen la tarea de ayudar al mayor, frenando su deterioro. Lo pueden hacer porque la gran mayoría trabaja en el campo y eso les permite gozar de una flexibilidad de horario que no la tienen las personas de la ciudad, sujetas a un ritmo laboral más rígido.

Menos soledad

Así, podría decirse que la despoblación no siempre es igual a soledad. Ni uno de los 278 ancianos encuestados para elaborar el estudio se encuentra sin nadie a quien acudir si precisa ayuda, aunque viva solo. El trabajo se hizo con vecinos de localidades golpeadas por la emigración y que hoy no superan los 300 habitantes. Algunas son Caudé, Bezas, Rubiales, Cuevas Labradas, Formiche Alto o Bajo o La Aldehuela. «Siempre hay alguien que puede echarles una mano, atenderlos en casa, llevarlos al hospital o a un centro de salud, mientras que en la ciudad, el anciano que vive solo en un bloque de pisos es posible que no conozca a ninguno de sus vecinos», explicó Gómez. Para clasificar a un anciano como frágil, los autores del estudio valoraron, además, si este come caliente varios días a la semana o no, si precisa de alguien que le ayude a menudo, si su salud le impide salir a la calle, si oye o ve mal y si recientemente estuvo ingresado en un hospital.

También el fácil acceso al médico de cabecera tiene sus ventajas. En Caudé, el facultativo de Atención Primaria pasa consulta todos los días y los vecinos pueden acudir a ella, si es preciso, sin avisar. Como en estas poblaciones todo está cerca, los pacientes acuden por su propio pie a la consulta, un desplazamiento que les lleva uno o dos minutos, cinco a lo sumo.

Hay otro factor, y es que el anciano permanece en el entorno en el que vivió cuando era joven. «Un anciano trasladado a una ciudad grande, decae irremediablemente. No puede apenas salir de casa porque hay coches por todas partes, no conoce las calles, no puede pasear. Es evidente que el medio rural reduce el riesgo de caer en la fragilidad», asegura Gómez.

A este facultativo, que conoce a cada uno de sus pacientes por su nombre de pila y tiene con ellos un trato casi familiar, le extraña cómo algunos municipios del entorno de Teruel se despueblan. «Los servicios son buenos, los colegios no ofrecen riesgo de cerrar a medio plazo y al estar a un paso de la capital, los vecinos tienen las ventajas del campo y una ciudad cerca donde poder comprar», dice. «Y es que la soledad -concluye- es más soledad en la ciudad que en el campo».

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